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        A los tres años de haber iniciado el programa educativo "Agentes de Cambio", nos dimos cuenta de que nuestro trabajo también debía incluir a familias en el recorrido que les proponíamos para sus hijos. 
Las familias de Germinare (padres, abuelos o adultos responsables del niño) provienen de los sectores más vulnerables de la sociedad y se incorporan junto a sus hijos a ámbitos sociales diferentes a los suyos. 
Al proceso natural de adaptación que requiere el ingreso a una nueva institución educativa se le suma la integración a un mundo con códigos socioculturales que les son ajenos. Comprendimos que, para que los chicos pudieran transitar este camino con éxito, era necesario que Germinare desarrollara actividades de apoyo y orientación también para los padres. 
Es así que hace más de 20 años diseñamos distintos talleres y espacios de encuentro entre Germinare y las familias. Los mismos están orientados a brindarles contención, herramientas y estrategias para apoyar y acompañar a sus hijos en esta nueva situación educativa y a lo largo de sus estudios secundarios. Se trabaja especialmente en las etapas cruciales como el ingreso al secundario en los colegios nuevos; la adolescencia; el fin del secundario, la orientación vocacional y el ingreso al mundo adulto. Planificamos además otros momentos de encuentros individuales y grupales durante el año escolar. 
Hemos podido comprobar que el apoyo de las familias es fundamental para que los chicos logren ingresar, transitar y terminar el recorrido de "Agentes de Cambio" exitosamente. 
El vínculo y el trabajo de Germinare con los padres o adultos responsables de los niños superó nuestras expectativas y genera un impacto positivo en las vidas de nuestros beneficiarios. Se fortalecen, superan sus prejuicios logrando enfocarse en los recursos que sí tienen. Incluso muchos de ellos retoman o inician el nivel secundario que no pudieron completar en su momento. 
Cambian su percepción sobre la educación: valoran la importancia de la educación de calidad. Modifican sus hábitos; empiezan a apreciar temas como el esfuerzo y el presentismo escolar, antes desestimados. Establecen prácticas de estudio para todos sus hijos, para los que están en Germinare y para los demás también.  
Las familias de Germinare (padres, abuelos o adultos responsables del niño) desarrollan un sentido de pertenencia con Germinare; son voluntarios colaborando en distintas actividades como el proceso de admisión anual de alumnos, talleres, etc. 
Se genera una red de contención y solidaridad entre las familias de cada camada, y entre todos los padres de Germinare. 
Desde Fundación Germinare reconfirmamos día a día la importancia del trabajo en conjunto con los niños y sus adultos responsables. La familia es el núcleo más importante de una comunidad. El apoyo de los padres es esencial para la educación de los niños. 




